Wednesday, April 11, 2007

como cuando reacomodo un mueble en casa y mi Amor se tropieza

En estos días pre-planillas las cosas se ponen bien crispy en el trabajo. Por primera vez en la historia creo que vamos a tener que pedir 2 prórrogas. Para escapar, salí corriendo a Borders. Con la remodelación está todo peor que nunca. A pesar de que sé que uno nunca puede ir allí buscando algo específico, tenía un antojo terrible de encontrar unas memorias de Mary Karr (Liar´s Club, creo) y AM Homes. Con lo terrible que es la mujer que me parió no es fácil ganarme en la competencia de madres pésimas, pero la de la Karr es de las que me gana, tengo entenido. Anyway, llegué a casa con una novela de Ann Lammott que me estoy devorando, buena, buenita. Hasta me fascina la manera en que el paperback es extra suave y maleable, de esos que se leen bien en cualquier posición. También agarré uno de los primeros libros de Mary Gaitskill, para después. En la fila para pagar me encontré a una mujer que estudió en el colegio conmigo. Siempre que tengo estos encuentros me siento como una pendeja, me pongo a sudar y tartamudeo. No es fácil, A ESTAS ALTURAS, contestar las preguntas esas que se hace la gente para resumirse. Mi vida no es fabulosa. No puedo hacer historias graciosas de "mis nenes". No tengo nenes. En ocasiones como ésta, me he distinguido mintiendo a pata suelta, aunque, SIn QUERER, en una especie de Tourette´s de la verdad. Cuando nos despedimos pensé que me gustaría saber si yo también me veo tan mayor, tan SEÑORA. Llegué a casa, sola, pero contenta de no tener que decir ni pío.

Thursday, March 15, 2007

scenes from a supermarket

Aproveché que tenía que hacer unos depósitos en el banco (sí, es en plural, son del trabajo) y paré en Amigo a comprar unas cuantas cositas. Estaba de buen humor, así que me dí el lujo de coger un arreglo de flores. El papá de mi gran amiga dice que está bien comprar flores cuando uno más peláo está (hoy estuve de acuerdo). Pues, cuando voy a hacer LA FILA hay una compra bastante grandecita frente a mí. Para matar el tiempo, agarro un Hola con Penélope Cruz en la portada y comienzo a hojearlo. Hago un gran paréntesis para decir que como ex bailarina que soy, suelo estar muy pendiente al espacio entre las personas. En improvisaciones de danza uno podría violar ese espacio, irrumpir y jugar o tocar a las otras personas; pero en el mundo "real" y especialmente cuando uno está en alguna fila... COMO QUE NO. No obstante, he notado que algunas personas no creen en eso de guardar espacio entre unos y otros. Te dan chino en la fila del banco, suspiran si no das un paso hacia delante tan pronto la persona frente a tí lo da, etc. En el supermercado hay otras tantas maneras de tener estas experiencias. Últimamente he notado que cuando pago con ATH impaciento de manera especial a ciertas personas que se ponen hombro con hombro conmigo por no poder esperar la aprobación del maldito banco. Bueno, pues vuelvo al cuento de hoy. Estoy leyendo el Hola. El señor con la compra frente a mí todavía no está pagando. Mis cosas están en la correa y yo estoy todavía bastante más atrás de mi compra leyendo el Hola. De repente oigo una voz bien cerca que dice: ¿Te puedes adelantar para que ella pueda poner sus cosas? Yo me quedo pasmada pero contesto super asertiva: Con mucho gusto, pero no creo que eso haga que la fila se mueva más rápido, y coloco el Hola ceremoniosamente de vuelta en el stand. Yo estoy asumiendo que él está con la mujer que está justo detrás mío y por eso está viendo la gran cantidad de espacio que hay entre el señor que está delante mío y yo como una afrenta a él y "su mujer". Pero la muchacha me mira y me dice como en son de cómplice: debe tener prisa. Ahora caigo en cuenta que el tipo No está con la muchacha y veo que tiene dos cajitas de sushi en la mano. Le digo sarcásticamente: mira, yo no tengo ninguna prisa, si quieres pasa antes que yo. Él pone cara de que no entiende lo que le digo y medio pasmáo me dice: no, es que mi compra es ésta (la que está detrás de la muchacha). Es un carrito que se desborda. Con él anda una viejita agarrando un bebé, podría ser una de las abuelas o la nanny. Pues comienza la empleada de la caja a escanear mi compra, y cuando llega a un mangó que se me antojó se tranca la máquina. Me relamía pensando en el infarto que le tenía que estar dando al tipo. Al final pagué con una gran sonrisa y me fui caminando con las bolsas en mano. De camino al carro noté que tenía el corazón a millón, como cuando estoy BIEN encojoná. Mano, qué fácil es dañarle la tarde a alguien sin querer (queriendo).

Saturday, March 10, 2007

saBADdo

Son las 6:30 AM. Me acaba de levantar un ruido espantoso que después de salir azorada de mi cama me parece son las tuberías de mis caseros, arriba. Por poco me da un fucking ataque, me cagué. Y para calmarme, comencé a colar café. Me acordé entre las mil cosas que soñe, que había una en la que mis labios podían detectar cambios en la temperatura atmosférica.....Decido sentarme frente a la compu. Desde el jueves le huyo a este espacio porque se me borró un post bien largo que me dio por hacer. A mi computadora le dio una....parálisis y traté de salvar lo escrito pero no pude, y quedé medio muda. No voy a reescribir ese post. Voy a hacer como si se lo estuviera contando a Amor (quien me dice que de ahora en adelante escriba primero en word y después lo pase acá, cosa que se me olvidó hacer....)
Le tengo un relajo a Amor de que si yo también estudiara cine mi tesis se titularía: Cary Grant: Man Running on Film. La razón es que me llama la atención la manera en que los actores se mueven en el cine (chequéense cómo corre Grant en North by Northwest y díganme si no es la quintaesencia de lo debonnair). Bueno, pues seguí contándole que no estaba de acuerdo con que Lily Taylor (a quien ADORO desde Say Anything) estaba impecable en Factotum. Le dije que me pareció que le estaba poniendo mucho "turbo" al cuerpo, entiéndase overdoing it. A manera de ejemplo le dije que cuando yo voy al baño a vomitar no voy con pasitos de tecatita, voy corriendo recto y rápido y mi cabeza va moviéndose hacia abajo presagiando la llegada al inodoro. En la misma película sale Marisa Tomei (en mi escuela habían unas Tomei y hasta el día de hoy juro que son primas) y le pasa algo similar: están en el yate del ricodrunk y una de las muchachas se pone necia o algo y el viejo decide regresar y Tomei se le sienta al lado a Matt Dillon y la pose que pone es como si estuviese retratada en Ray Gun, con los dedos de los pies apuntando hacia adentro y las rodillas apuntando hacia alfrente en una pose que en los early nineties le hubiésemos llamado heroin chic. Yo le decía a Amor que yo en un bote borracha y mareada me sentaría con las rodillas mirando unsexymente hacia afuera como viejita en bata de casa que cree tener pantalones puestos.
El post seguía diciendo no sé qué, creo que daba otros ejemplos de mi tesis y luego ofrecía mis servicios a los actores del patio. Hey, si alguien se hizo rica enseñándole a Arnold a pronunciar, yo puedo sacar un buen guisito como movement coach, con todo el cine que se está haciendo aquí.
Ahora en el lado serio, si quieren morirse con buen movimiento en cine, TIENEN que ver Tales of Hoffmann (gracias, EDUARDO!!!). Es la cosa más espeluznante y alucinante (hello, Fofé) que jamás haya visto.

Wednesday, March 7, 2007

comfort food

Ha sido un día de esos en que te gritan en el trabajo y recibes llamadas insultantes. Lo único que quiero decir aquí es que bautizo a Breyers como el MEJOR helado de vainilla (y eso que soy all about the sssiocolate), siempre y cuando esté acompañado de cucharadas de Nutella. Algo así como una versión mejorada de uno de esos sabores de Piu Bello; pero mucho mejor, porque es como una pequeña versión de alivio (temporero, of course).

Monday, March 5, 2007

Picnic at Hanging Rock!

La mayoría éramos estudiantes y estábamos peláos. Comíamos corned beef con papas fritas y arroz blanco. En estas sesiones poníamos películas en el VCR. Afuera la nieve llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas. Eduardo era el que siempre las traía, el que decía que no estaba seguro si la que nos traía hoy de Kim´s Video nos iba a gustar. Lo seguro es que siempre podíamos sacarle aunque fuera una gran carcajada a cada peli, carcajada que podía durar años. (qué de gracioso tiene la línea: withouth their shoes!? ) Eduardo tiene gran gusto por lo camp, y nos lo pegó a todos. Ayer, mil años más tarde llegó a uno de nuestros ensayos con otro DVD de Crtiteron que TUVO que comprarse. Picnic at Hanging Rock, de Peter Weir formó parte de aquellas tardes niuyorquinas de cine borroso en televisores heredados. Ahora la veíamos prístina y en un flat-screen TV. Es curioso, tuve una mejor experiencia viéndola otra vez, con el mismo amigo que AÑOS antes llegó diciendo: TÜ tienes que ver esto! Está cabrona! Este post es también un manera de decirle a mi amor, la próxima vez que vayamos a Two Boots Video, TENEMOS que sacarla: tú TIENES que ver esta película conmigo! Tiene de todo, soft-core casi porn, lesbian under y overtones, hombres a caballo, moda victoriana con las botitas sexy esas, una headmistress atormentada pero sin ser unidimensional, una mademoiselle que enseña francés, un warehouse of calisthenics y un koala....FABULOSO.

Sunday, March 4, 2007

Saturday, March 3, 2007

FIN DE SEMANA LARGO

Hoy es un sábado cualquiera. Me levanto y cuelo café. Atiendo a las bestias. Desde hace varios años lo más tarde que me levanto en un fin de semana es las 9 am. Y digo lo más porque lo usual es más como las 8:30... sin despertador. Envidio a la gente que duerme hasta mediodía, esos que sólo tienen medio día que planificar después. Yo veo frente a mí largas horas de ocio que pienso deben llenarse de cosas productivas como organizar mis gavetas. Debería aprovechar el tiempo durmiendo pues el sueño es un lujo que tienen los que no tienen hijos (según el NY Times de ayer, creo). Tengo unas cuantas Lunestas y ni me dan ganas de usarlas. Para levantarme al mediodía tendría que tomármelas a las 4 de la madrugada y a esa hora ya estoy durmiendo...

Thursday, March 1, 2007

maletas

He sido parte de muchas mudanzas, o demasiadas, dependiendo cómo lo mire. Mi papá era un ingeniero con ínfulas de arquitecto que siempre estaba pendiente de algún solar nuevo para hacer una casa "mejor". Perdónenme que lo defienda, pero en los late seventies/principios de los ochenta su práctica no me parecía asqueroza, como la de casi todos los desarrolladores que andan por ahí ultrajando a la gente. El "bug" de mi papá tenía que ver con llegar a la perfección en términos de lo que él entendía era la casa de sus sueños..a eso también se le puede llamar ser bipolar, pero ése es otro cuento. La cosa es que me mudo una vez más, esta vez a la ciudad de NY (por segunda vez, pero ése es también otro cuento). Me voy para estar con mi amor. Soy el cliché, lo sé. Pero también es algo más, un intento de salir de mi comfort zone y de una vez y por todas ser adulta y andar por la ciudad como los adultos hacen (a diferencia de janguear por el viejo san juan como hacen los chamaquitos). Esta movida es necesaria, no para escapar de Aníbal ni para huírle de antemano a Roselló. Tiene que ver con perder el miedo que ha regido mi vida por los últimos 7 ú 8 años. Me mudo con todo y perra, con todo y gata. Voy a vender la computadora, mi excelente carro, mi mesa heredada de mi abuela. mi gavetero comprado en el pulguero de la número 2, al cual yo misma le quité con paint remover la pintura blanca horrorosa que tenía para revelar una madera hermosa y perfecta (y yo no soy handy de esa forma, no sé colgar un fucking cuadro). No tengo mucho más que vender, vivo en una casa donde las dos sillas que tengo me las prestó una amigo que se compadeció de mí cuando vino a visitarme y tuvo que sentarse en el piso. . Pero me voy, ya es final. Hoy es primero de marzo y ya mismo le mando el cheque a mi casero con la nota de que no voy a renovar mi contrato. Ya es seguro. Ya es el más que el plan. Que venga lo que más convenga, pero que venga con amor, con mucho amor.

Wednesday, February 28, 2007

comelata

A veces pienso que escondo en mi interior a una mujer de 300 libras. Me gusta comer. Me gustaría permitirme pesar lo que mi apetito me pide. Pero mi mentalidad enfermiza de ex-bailarina me persigue por todas partes. Es difícil mandar pal carajo a mi Gelsey Kirkland interior. Allá para mis días de solista en una compañía de baile de la capital me llamaron una vez a la oficina de la directora para informarme que en unas fotos que habían sacado para promocionar la puesta en escena de "Agueybaná", se podían ver por entre mi taparrabo unas marquitas que mantenían un sospechoso parecido con "the C word" (rima con bursitis). Me preguntarán que que yo hacía con un taparrrabo en tan distinguida compañía de ballet clásico. Pues yo era Guanina, quién iba a ser?. Me embadurnaron de pancake Max Factor color marrón, dos trenzas y un puca. Y aquí viene lo gracioso, el pancake se ponía por las piernas y todo o sea que no estaríamos usando tights. Al perder el necesario support de las medias lycra a las que estaba acostumbrada, se me cayeron las carnes y eso fue lo que me llevó directito a la oficina de la directora para un tremendo mangue. Han pasado MUCHOs años de esto, pero escribiéndolo aquí me hace revivir el tremendo pachó que pasé aquella tarde en la oficina de Doña Ana una vez más. Señores, a los 18 años, haciendo ejercicio todos los días, comiendo lechuga y bebiendo cristal light ya yo tenía CELULITIS. Por más maratones que corra ahora, muchos años después de haber dejado de bailar y/o hacer yoga todavía la tengo, no se me va. Es parte de mí. Y lo gracioso del caso es que cuando me estoy jartando de comida rica y sabrosa no pienso para nada en ella.

Tuesday, February 27, 2007

bajo un mismo techo

Tener room mate no es peñizco e ñoco. Mi primera room mate fue mi hermana Cuchi, quien tan pronto pudo se mudó corriendo al cuarto que vacaron mis hermanos mayores cuando salieron (también corriendo) de casa de mis papás. Desde entonces, no es que haya compartido casa con mucha gente, sino que con las pocas que lo he hecho la cosa ha terminado (sin falta!) en desastres nefastos de proporciones épicas. En estos momentos comparto casa con un amigo al que conocía no hace tanto pero creía que conocía bien. El tipo me parecía serio, dulce y tranquilo. En un aparte que considero importante, menciono que la cualidad esencial que permitió finalmente su entrada a mi casa es que, para mí, jamás podría haber entre nosotros una relación...llamémosle de otra índole que no fuese la de estrictos amigos. Prosigo...No soy la única de mi muy reducido círculo de amistades que ha tenido este tipo de problema de vivir con gente muy chévere a quienes les huyes cuando los ves años más tarde en Cafe Seda. Lo curioso es que a mis treinta y tantos todavía me encuentre en estas...Todo sea por sobrevivir en Cupey, PR. Pues, mi compañero de casa tiene una novia muy sweet, doctorada y todo, que lo visita de vez en cuando. Juro que no me molesta esto ya que, si fuese posible, mi amor estaría en mi casa TODO el tiempo conmigo. Pues, la primera vez que vino, yo salgo un momento y estoy en mi carro cuando me llama a mi celu su novio, mi room mate, y me dice "Oye, ¿tú tendrás conditioner? Es que X no tiene y lo necesita." Yo le dije que no, (en serio, no uso conditioner, tengo el pelo bien salvaje) pero si quería que buscara en mi baño que tengo una pomadita (para los rizos) que quizás le bregaba. Pues todo se quedó ahí, yo media extrañadita pero nada grave. Pasan semanas y la próxima vez que viene X a visitar estoy minding my own business en mi cuarto cuando mi roomy me pregunta: "Oye, ¿tú tendrás una cartera brown que le prestes a X?" Aquí me pasmé más duro. Pienso que entre mis amigas y yo hubo una etapa bien heavy de prestarnos cosas... EN LA ADOLESCENCIA. Luego de eso podría contar como algo parecido cuando me dio con juntarme con un corillo alternative artístico y nos prestábamos cosas para vernos bien gorgeous cuando íbamos de juerga. Pero eso era a los veintipico... y yo concocía bien a esa gente y todavía somos amigos todos estos años después. Pues nada, que se me hace difícil describrir lo que me molesta de esta situación. Pero sé que hay ALGO... Y estoy segura de que habrá más por venir...